Andrés Llorca, director de la Cooperativa de Callosa d´en Sarrià: “El saber hacer del níspero de Callosa d´en Sarriá y la manera de trabajarlo es algo único, forma parte de nuestra diferenciación y valor añadido.”
Entrevistamos a Andrés Llorca, director de la Cooperativa Agrícola de Callosa d´en Sarriá, para hablar sobre un producto de temporada de cualidades únicas: el níspero de Callosa d´en Sarriá.
Esta cooperativa, con 100 años de historia, trabaja de manera diferencial este cultivo para ofrecer un producto de características inimitables y de calidad reconocida y avalada por la Denominación de Origen Protegida del Níspero de Callosa.
P: La temporada de recogida del níspero se ha adelantado este año debido a las altas temperaturas. ¿Qué supone este adelanto? ¿Cómo se está desarrollando la campaña?
R: No recuerdo una campaña tan temprana como esta, estamos a mayo y, prácticamente, toda la recolección se ha hecho en marzo y abril. Este año no hemos tenido invierno, no ha hecho frio y apenas ha llovido, de hecho, está lloviendo más ahora. Esta situación provoca que la campaña de recogida llegue antes y que haya más nísperos de segunda categoría. Las campañas tempranas, no suelen ser de precio malo, pero se reducen a pocos kilos y hay más manchas en los frutos debido al sol y el calor. Esto se traduce en que el agricultor pierde rentabilidad, y nosotros consideramos que el protagonista de este cultivo es el agricultor y para que este cultivo perdure debe tener un negocio sostenible, sobre todo, económicamente. Por eso tenemos que dar un buen precio para que este pueda continuar con su labor.
P: La calidad del níspero está reconocida por la Denominación de Origen Protegida a los Nísperos Callosa d’En Sarriá. ¿Qué valor aporta este sello de calidad?
R: Este sello aporta una garantía extra de cara al consumidor. Asegura que todo el proceso se ha realizado bajo unos estándares de calidad altos y que detrás de estos hay una manera de hacer, un arraigo entre el territorio y el cultivo. De hecho, el saber hacer del níspero de Callosa d´en Sarriá y la manera de trabajarlo es algo único, es parte de nuestra diferenciación y de nuestro valor añadido.
P: ¿Cómo es este proceso?
R: Es un proceso manual muy intenso ya que hay una serie de factores que hacen que tengamos que estar muy encima del cultivo para llegar a buen término. Ahora en terminar la cosecha, empezamos con el abonado, los injertos, y luego la poda. En octubre florece el fruto y el cultivo empieza en enero, cuando hay que hacer los aclareos ya que el mercado, cada vez más exigente, pide nísperos de determinado calibre. Se puede decir que estamos trabajando los 12 meses del año.
Por otra parte, desde el departamento técnico de la cooperativa estamos siempre innovando y buscando nuevos tratamientos para endurecer el fruto, ofrecer nuevas variedades, midiendo la evolución de los injertos, el proceso de transformación varietal, etc. En definitiva, damos servicio y soporte técnico a nuestros socios agricultores para que puedan obtener la máxima rentabilidad por su cultivo.
Asimismo, desde la cooperativa estamos iniciando planes de mejora y apoyo. Por ejemplo, a las personas mayores que ya no pueden encargarse de todo les facilitamos la tarea de clasificado del fruto en la cooperativa, haciéndoles más fácil la labor de recolección.
Andrés Llorca: “Damos servicio y soporte técnico a nuestros socios agricultores para que puedan obtener la máxima rentabilidad por su cultivo”
P: ¿Cómo condiciona el territorio al cultivo del níspero de Callosa d´en Sarrià?
R: El níspero de Callosa d´en Sarriá se cultiva en un entorno ideal. Nos encontramos entre dos valles rodeados de montañas, junto a los ríos Guadalest y Algar. La orografía determina que tengamos un cultivo en terrazas lo que favorece la maduración del fruto.
Por otro lado, ha habido una evolución varietal muy sensata pues siempre se ha apostado por el níspero con un cierto toque ácido. Ese toque es la chispa de nuestros nísperos, son nísperos en equilibrio entre el azúcar y la acidez y aportan mucha frescura en boca. También se ha apostado por nísperos de calibre mayor, con mucha carne y se ha mantenido la manera de manejar el fruto con mucha delicadeza para que llegue en las mejores condiciones. La cultura que hay aquí en cuanto al cuidado, la clasificación y los estándares de calidad del níspero no la hay en otro lugar.
P: ¿Cuál es el vínculo entre la cooperativa, el territorio y el cultivo del níspero?
R: Considero que existe un vínculo muy estrecho ya que en la cooperativa aglutinamos a un número muy alto de la población de Callosa d´en Sarrià cuyos abuelos, padres, e incluso hijos, son o han sido socios. Diariamente, buscamos que el socio mejore junto a la cooperativa, por ejemplo, hacemos de regulador para el uso de fitosanitarios en la zona, aportamos soporte y formación para mejorar los procesos, les damos soporte técnico y somos quienes pactamos con las entidades financieras para quien necesita un anticipo.
Asimismo, estamos luchando, en la medida de lo posible, contra la falta de relevo generacional; facilitando servicios a los socios, desde gestión de sus parcelas hasta ayudarles a encontrar mano de obra.
P: Desde la cooperativa también realizan diferentes derivados del níspero que se elaboran de forma artesanal empleando frutos de máxima calidad, ¿qué puede contarnos sobre ellos?
R: Principalmente hacemos níspero en almíbar y mermeladas, pero nos gusta colaborar con industria local y experimentar para hacer productos nuevos. Por ejemplo, con la ndicación Geográfica Protegida (IGP) Turrón de Jijona estamos haciendo nísperos escarchados; con una quesería de Callosa d´en Sarriá hacemos queso con níspero; con una fábrica de Altea hacemos cervezas; con una fábrica de El Comtat hacemos destilados, entre otros productos. Nuestra filosofía es que, aunque hagamos poco este muy bueno, que se venda al precio que se merece el agricultor/productor y que la calidad sea un valor diferencial.
