Nísperos de Callosa d’ en Sarrià
Dulce, apetecible y jugoso como una explosión de Mediterráneo, el níspero con la Denominación de Origen “Níspero de Callosa d’en Sarrià”, es la primera fruta de la primavera en el hemisferio Norte.
Originario de China y Japón, el níspero llegó a Europa a través de los botánicos ilustrados del siglo XVIII que trajeron semillas a los jardines botánicos de los reyes europeos. En Callosa hasta 1950 era un fruto de autoconsumo para el agricultor pero tras la postguerra da comienzo el cultivo comercial del níspero en la comarca. En la actualidad, la Cooperativa Agrícola de Callosa d’en Sarrià es la empresa más importante del mundo en la comercialización del níspero japonés y su variedad estrella es la Algerie.
El cultivo del níspero se enmarca en la comarca de la Marina Baixa, en la provincia de Alicante y en el entorno del espectacular paraje natural de Les Fonts d’Algar. Los valles de los ríos Guadalest y Algar proporcionan al cultivo un entorno ideal, protegido de los vientos por las sierras de Bernia, Aitana y Xortá. Con esta orografía de colinas y valles se crean diversos microclimas que favorecen una maduración del fruto más escalonada con parcelas de ombrías tardías y parcelas al mediodía cálidas y precoces.
en el campo
El cultivo del níspero está perfectamente adaptado a unidades familiares de productores y toda la familia participa el proceso. Dado que la maduración se produce de forma escalonada el agricultor/a entra en los campos hasta 4 veces para su recolección. En la actualidad, un 70% de producción se cultiva bajo malla, para dejar pasar el agua y el aire pero no el viento ni el pedrisco. En estas condiciones, hay menos riesgos de enfermedades y se ahorra más del 25% del consumo en agua de riego.
cultura del sabor
El Níspero de Callosa d’en Sarrià es una fruta extremadamente delicada, por ello su manejo, recolección y envasado debe realizarse con sumo cuidado ya que si no se magulla rápidamente perdiendo gran parte de su valor comercial. Todo el proceso de producción es manual no pudiéndose emplear apenas la mecanización. El Consejo Regulador garantiza la excelencia en estándares de calidad marcando labores culturales muy específicas como el aclareo de flores, aclareo de frutos, repaso, etc. La campaña empieza en marzo y termina en mayo dependiendo de la climatología del invierno y de la primavera.
