Las variedades más cultivadas son, en naranja, la Navelina y en mandarinos la Clemenules, aunque en los últimos años se están introduciendo cultivos nuevos más tardíos, por ejemplo, las apreciadas variedades rojas, las conocidas naranjas sanguinas, como el Tarocco con un alto contenido de antocianos, que son los pigmentos naturales que le otorgan su característico color y tienen propiedades antioxidantes.